Tu: ¿Qué haces aquí?- Roy fue rápidamente a tu lado y te rodeo con sus brazos. Te sentiste muy incómoda. Pero cuando empezó a darte besos en tu mejilla, te sentiste peor. Roy dejo de darte besos. Y se puso frente a ti. Su cara mostraba mucha pena y dolor.

Roy: Nunca debí haberte dejado. No sé en lo que estaba pensando...como pude ser tan estúpido.- Cuando Roy empezó a hablar Cristina se fue rápidamente de la habitación. Roy seguía lamentándose de lo que te había pasado.

Tu: Roy, no fue tu culpa, aunque hayas estado aquí igual me hubiera pasado esto...

Roy: no, para nada, tu ahora tienes que estar tranquila y descansa todo lo que quieras. Yo estaré aquí todo el tiempo que lo necesites.

Tu: Roy!! No te puedes quedar tu...tienes que ir al colegio...tienes que ver a tu familia...

Roy: no te preocupes. El colegio lo termine antes y mis padres me dijeron quedarme los 2 meses que faltan para que termine el colegio.

Soltó una gran sonrisa, esa que te gustaba a ti. La que siempre usaba para alegrarte el día. Roy se paro del sillón y fue corriendo hacia afuera de la casa. Cuando volvió, trajo con él, dos muletas.

Roy: mira esto es para ti, tu hermana me contó que ahora tienes que empezar con las muletas.- Tú le quedaste mirando, hasta que te diste cuenta que, todo lo que Roy hacia. Lo hacía para que estés bien y feliz. Tomaste las muletas y te las pusiste debajo de tus brazos.

Estuviste practicando toda la tarde, con las muletas, junto con Roy. Encontrabas que Roy estaba muy raro, te prestaba más atención de la necesaria. Y te daba esos apodos que no te gustaba, como amorcito, todas esas cursilerías de Roy.

Ya después de cenar, te fuiste a tu habitación para dormir y Roy te siguió. Subiste las escaleras con mucho cuidado (te demoraste como 20 minutos en subirla).

Cuando entraste a tu habitación, te sorprendiste al ver que estaba llena de flores por todas partes. Y todas tenían tarjetitas. Sacaste la tarjeta de la flor más cercana y leíste:

La pusiste donde estaba. Te diste vuelta y Roy estaba muy cerca de ti. Te quito las muletas, te tiraste encima de él (por qué no tenias las muletas). Roy puso sus manos alrededor de tu cintura y te abrazo despacio, para que no te doliera nada. Bajo su rostro para que estuviera al nivel del tuyo. Poso sus labios en los tuyos por largo rato. Sus labios estaban tan dulces como la ultima que lo besaste. Querías apartarlo de ti, pero si lo hacías te ibas a caer y si no lo hacías, Roy iba a sentir que todavía lo amabas.

Roy retiro sus labios lentamente sus labios de los tuyos. Tú bajaste la mirada para tener que evitar que Roy otra vez te besara. Pero ya era tarde por que esta vez, Roy ya estaba muy cerca, tan cerca para besarte, otra vez. En este beso tú reaccionaste mejor. Pusiste tus manos en su pelo pelirrojo, brillante y tan suave.

Pero sentías como si estuvieras traicionando a alguien. No, no era a alguien. Era a tus sentimientos, tus sentimientos con respecto a Jacob.

Cuando pensaste en Jacob te retiraste inmediatamente, lo cual hizo que te cayeras hacia atrás. Que por suerte estaba tu cama.

Roy: Oh, ¡¿estás bien!?

Tu: Si, sabes es mejor que me duerma...

Roy: ¿por que te apartaste de mi? ¿Hice algo malo?

Tu: no...Es que me acorde que tengo que ir al colegio y es muy tarde.

Roy: mm...sí, pero son las 8:00 pm...

Tu: si, es que si me acuesto más tarde no me puedo despertar.

Roy: Ah, entonces es mejor que descanses. Adiós.- Roy te dio un beso en la frente y se fue de tu habitación. Tú diste un gran respiro de alivio, porque ya no tenías que estar cerca de él.


(Sigue en el capitulo 13)