Tu y Jacob Black - Capitulo II

Narrado por ti

Capitulo2: ¡Vete!

   Era todo muy confuso. De un momento a otro, estaba en un hospital y había perdido toda mi memoria, y después me encontraba en una situación realmente horrorosa, la cual estaba viviendo ahora.
   - Sé que parece confuso, pero es que de verdad nosotros no terminamos de un día para otro.
   Lo miré con un aire de nostalgia, porque yo igual creía que no habíamos terminado así como así, pero había algo que no me gustaba en su tono.
   Se acercó a mi y me puso sus manos en mi cintura. Hacia tiempo que no lo sentía cerca y lo cierto, es que me hacia bastante bien su compañía.
   - Te puedo jurar que no paso nada en este tiempo que pasó. Solo que nos distanciamos y fuimos buenos amigos, pero estaba seguro de que tu sentías algo por mi.
   Eso me sacó ese tierno sentimiento que sentía. Me alejé de él y lo miré con la peor cara que tenia.
   - Si estaba con el otro chico, Jacob, es porque de verdad me gustaba. No creo que haya sentido lo mismo que tu- Le pronuncié esas palabras fuertes a Roy.
   Me fui hacia mi ventana y me quedé pensando en aquello.
No dijo nada. Se quedó callado y se sentó en mi cama, donde yo antes estaba sentada.
   Mi mamá no me había comentado nada al respecto de que Roy iba a venir a verme, como supuestamente, lo había hecho hace unos cuantos meses atrás. Mi hermana me había dicho que ella había planeado todo. Por lo que me enojé demasiado, porque, en ese tiempo, me gustaba Jacob. Pero aun así estaba confundida por su llegada.
   Sentí como Roy se paraba de la cama e iba hacia la puerta, al parecer me iba a dejar sola.
- ¿Qué haces aquí?- Le preguntó un chico que estaba del otro lado de la puerta.
   Me volteé rápidamente para poder ver quien era.
   Nos quedó mirando como si fuéramos bichos raros. No, fue peor, nos miraba como si estuviéramos traicionándolo sin vergüenza, con una pizca de amargura.
   - ¿Me quieres decir que hace el aquí?- Se acercó de golpe, con los ojos fijos en mi.
   No sabia que responderle con totalidad, ya que tenia que ser algo que convenza. Pero, ¿cómo podía decirle que de un momento a otro, mi ex novio, quería verme y estar aquí a mi lado? Había llegado hace poco, y el saber que me falta memoria, no quiere decir que tenga que echarlo.
   - Vino porque quiso-No sabia si eso convencía, pero algo que me fastidiaba, era que alguien sea autoritario conmigo.
   Respiro un par de veces antes de responder. En ese momento entra mi hermana con aire familiar, pero no sabia como ni de donde había sentido esa sensación de mi hermana.
    Abrió los ojos mas grandes que la otra vez en el hospital.
   - Roy, creo que es hora de que te vayas a tu hospedaje- Le susurró mi hermana con disimulo.
   Roy nos miró a nosotros, Jacob y a mi, con desconfianza y enseguida se fue de la pieza.
   Me sentía algo aliviada, pero todavía quedaba darle explicaciones a mi “supuesto” novio, Jacob.
- Venia a decirte que me iba a Los Ángeles- Me dijo mi hermana, mientras miraba a todos lados de la habitación- Adiós.
   Le hice una seña de despedida, y se fue de la entrada, dejándola totalmente cerrada. Me senté de nuevo en mi cama, viendo un cuaderno que estaba a mi lado, el cual mostraba todo lo que habíamos pasado durante el año, en el instituto.
   - Vine a… mostrarte algo, pero no se si…
   - Dime- Le dije con seguridad.
   - No sabes muchas cosas de mi y quiero enseñártelas antes… que no pueda hacerlo yo.
   Se sentó a mi lado, y me miro fijamente. No quería verlo. Sentía algo muy extraño al tener que mirarlo a la cara, ya que tenia una cara muy intimidante.
   - No entiendo a que te refieres- Le susurré, aun sin comprender lo que me quería decir.
   Me tomó de la mano, se paró rápidamente y me tiró del brazo. Salimos de mi habitación, bajamos las escaleras. No alcancé ni siquiera a decirle adiós a mi madre, pero al parecer no se había percatado de nuestra salida.
   Quedamos uno en frente del otro en la acerca, afuera de mi casa. Fue algo tan imprevisto que fuera así, que quedé totalmente impresionada. Jacob soltó mi mano, porque al parecer mis ojos no mostraban una sensación de felicidad.
   - Lo siento, pero es que… Necesitaba hacerlo- Dijo Jacob-. Ven.
   Se subió arriba de su motociclo y me hizo una señal para que yo también me subiera al la moto, pero no reaccioné enseguida.
   Miré hacia mi casa, pensando en lo que diría mi madre si me viera escapar, y menos en un motocicleta.
   - Entiendo si no quieres que te lleve y…
   No deje que hablara, por lo que me subí enseguida a la motociclo sin pensar en las consecuencias, y menos de mis padres. Puse mis manos alrededor de la cintura de Jacob y la moto partió en menos de un segundo.
   El calor corporal de Jacob era extraño, era una mezcla de mucho calor y demás, pero fue una sensación familiar.
Llegamos en menos de diez minutos a una playa, que estaba en una reserva no muy lejana a Forks. Creo que se llamaba La Push.
   Jacob se bajó rápidamente y después me ayudó a bajar de su moto. Me tomó de la mano y me dirigió hacia la orilla de la playa.
   Caminaba como un poco enojado, en especial cuando me tiraba de la mano. Se notaba que estaba tenso. Llegamos a la orilla en menos de dos segundas, ya que Jacob estaba caminando muy rápido, y yo, que no tengo pasos largos, tuve que casi correr a su lado.
   Me puso ambas manos en mis brazos, me miró a los ojos que demostraban una pena nunca antes vista.
   - Sé que esto que te voy a mostrar, a lo mejor, no sea muy… normal. Pero te juro que cuando lo viste lo tomaste de la mejor forma posible.
   Se alejó de mi de golpe y fue hacia donde unos árboles que estaban cerca de la orilla de la playa. Sentí un ruido, algo extraño, lo que me causó algo de miedo, pero seguí firme al esperar la sorpresa o declaración que tenia que hacerme.       Después de unos segundos escuché unos gruñidos algo extraños, que estos si me causaron gran conmoción. Miré hacia donde estaba la motocicleta de Jacob, con el gran anhelo de poder caminar hacia ella, poder subirme e irme, me fue lento y despacio hacia ella.
   De momento salió Jacob, con solo el pantalón puesto.
   - Solo mira- me dijo Jacob.
   Respiró hondo, caminó unos pasos hacia atrás, corrió los pasos que había retrocedido y saltó hacia donde adelante.
No lo ví muy bien, pero cuando estaba saltando era un hombre, pero después se convirtió en un lobo. Al principio pensé que estaba totalmente loca. ¿Cómo era posible que un chico de unos dieciocho o diecinueve años, se haya convertido en un lobo? Sé que tengo gran imaginación, pero esto si que no era posible que lo haya imaginado yo.
   Me refregué los ojos con fuerza, como por unos dos minutos. Saqué cada mano, que estaban sobre mis ojos, con mucho cuidado y esperando a que el lobo solo haya sido algo de mi imaginación, pero no. Vi a ese lobo a unos cuantos centímetros de mi. Pegué un grito fuerte, lo que causó que me haya caído hacia atrás, sobre las piedras de la playa.
   El lobo poco a poco se acercaba, pero se notaba que lo hacia con cautela. De nuevo grité. Estaba demasiado asustada para pensar las cosas. El lobo me miró con unos ojos muy asustados y se fue corriendo hacia donde el pequeño bosque que estaba a unos cuantos metros.
Sentí que mi corazón estaba a casi mil por hora, no podía no respirar, aparte de estar inmóvil, sentada en las piedras.   Conté hasta diez, mi madre siempre me había dicho que contar hasta diez ayudaba a los nervios. Escuché alguien a lo lejos, desvié mi mirada lentamente de nuevo hacia el bosque y ahí estaba. Lo miré con indignación al sentir lo que sentía ahora. Algunas lagrimas salieron de mis ojos al verlo con esa cara de pena.
   - Sabía que no tenia que hacer esto- murmuró Jacob, que poco a poco se acercaba-. Fue algo estupido y lo sé. Ahora ya no me querrás ver nunca mas.
   - ¡Me dejaste para que un lobo viniera a atacarme! ¡¿Esta era la idea de venir a acá?!- pregunté exaltada.
   Me paré rápidamente y caminé decidida hacia donde estaba Jacob. Me detuve ya cuando estaba a unos pocos centímetros de él. La miré con ojos llenos de furia, todavía sin entender cual era el propósito de esto.
   - ¡¿Pero es que no me viste?! Yo era…
   - No me digas quien era quien. Yo sé lo que vi, y ese lobo apareció en el mismo momento en que tú te fuiste.
    Me di vuelta hacia donde se encontraba su motocicleta, pero antes de que pudiera caminar unos cuantos pasos, Jacob me tomó del brazo.
    - ¿Quieres que te lo explique de nuevo?- preguntó Jacob-. YO fui quien se convirtió en lobo, ÝO fui quien se acercó a ti en forma de lobo y por último, YO soy un hombre lobo.
    Eso ya lo sabia. Pero es que estaba tan impactada, que no quería ver la verdad de lo que estaba diciendo o lo que acababa de ver.
   Seguí caminando sin prestarle a sus explicaciones, que en el fondo, eran verdad. Me detuve en frente de su moto, esperando a que Jacob llegará a mi lado.
   - Exijo que me lleves a mi casa- le repliqué a Jacob.
   Me miró con algo de astucia, pero lo que mas se manifestó en su mirada, fue la rabia por sobre todo. Se puso el casco en su cabeza, se acomodó la correa y se subió a su moto, aun sin mirarme.
   - No te voy a llevar, hasta que me creas lo que te digo.
   Di una mirada de ironía. No quería aceptarlo, no sabia muy bien porque. A lo mejor pensaría que era demasiado ingenua para estas cosas, que siempre me podría engañar con eso, o algo por estilo. Pero el solo hecho de aceptarlo, me daba una verdadera rabia.
   - ¿Para que quieres que lo acepte? No ganaras nada con eso.
   Me crucé de brazos y miré hacia otro lado. Solo estaba esperando a que Jacob se diera por vencido por esto, pero en cuanto encendió su motocicleta, y sacara el gancho para que la motocicleta estuviera parada, sentí que era la primera vez que me hacían esto.
   - ¿Qué haces?- le pregunté atónita.
   - Me iré. Si no puedo hacer que cambies de opinión, tendré que irme.
   - ¡No puedes hacer eso! Si me dejas aquí…
   - ¿Qué harás?- me preguntó, con sus ojos llenos de cólera.
   No le dije nada, enseguida. No sabia que decirle. ¿Qué le iba a hacer? Nada, esa era la verdad. Si aceptaba, me podía ir a mi casa, pero si no aceptaba la “verdad” de Jacob, me quedaba aquí sola.
   Me enfurecí al saber que no podía hacer nada.
   - ¡Pues vete! ¡La verdad es que me importa un pepino si te vas!- le grité.
   Me miró por un milisegundo y después miró hacia la carretera. Aceleró y desapareció de mi vista.
Por la rabia que sentía, comencé a llorar, sin saber que hacer.
“Esto era lo que quería. Dejarme aquí, sin nada que hacer, para que nunca aparezca. Quien sabe, a lo mejor él era mi enemigo”, pensé en mi mente.
   Después de llorar unos veinte minutos en el mismo lugar, caminé sin rumbo definido, hacía donde supuestamente podía salirme de la reserva. En ese momento, me acordé de que tenia mi celular para llamar. Lo busqué desesperada, en mi bolsillo de mi pantalón, en el bolsillo de mi chaqueta, pero no lo encontré. De la rabia que sentía, me senté en el suelo, esperando que de verdad aparezca un milagro.
   Sentí un ruido extraño, como el de un auto cerca mio. Si, era un auto que se había detenido a mi lado. Giré mi cabeza hacia donde estaba el “supuesto” automóvil. Era un plateado, un volvo si no me falla me capacidad para poder identificar autos.
   - ¿Quieres que te llevé?- me preguntó un chico con unos ojos de color caramelo, que envolvían a cualquiera y además, con una sonrisa hermosa, nunca antes vista.

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HOLA!

perdonen por no subir cap antes u.u , es que no me metia al computador a escribir la novela y aparte que no tenia nada de imaginacion para seguirlaa :S pro ahora se me ocurrio algo

me costo mucho (y no es broma) esto, asi qe ojalá que les guste y lo deisfruten artooo!

bueno en el otro cap, igual me voy a demorar pro voy a hacer lo posible para que no sea arto tiempo xddd

Gracias por leer mi nove, en serio =D

Cata *