Tu y Jacob Black
 
  Novela de tu y Jacob
  Segunda temporada de tu y Jacob
  => Capitulo I
  => Capitulo II
  => Capitulo III
  => Capitulo IV
  => Capitulo V
  => Capitulo VI
  => Capitulo VII
  => Capitulo VIII
  => Capitulo IX
  => Capitulo X
  => Capitulo XI
  => Capitulo XII
  => Capítulo XIII
  => Capitulo XIV
  Nove con Kevin Jonas
  Contacto
  Galeria
  tu eres la protagonista
Capitulo X

Capítulo 10: "No es algo fácil"

    Nos quedamos ambas mirando, mientras que nuestros padres esperaban respuesta alguna de nosotras dos, pero yo sólo me limitaba a dar miradas de compasión a mi hermana.
    Al cabo de unos cinco minutos de estar en silencio, mi hermana respondió:
    - Sí, estaba aquí. Pero estaba escuchando música, y por eso no dije nada. Así que, con eso, se puede resumir que mi querida hermana no me escuchó. Creo que estaba pensando, o haciendo, cosas mejores.
    Supe lo que mi hermana quiso hacer, y eso era dar pequeñas indirectas sobre la verdad. Pero mis padres no entienden ese idioma, sino que era algo más entre nosotras, por lo que se miraron de nuevo y se fueron hacia el primer piso de nuestra casa.
    Y cuando ya nuestros padres no se divisaban, agregué de manera brusca, en susurros:
    - ¡¿Cómo es que ni siquiera te apareces?! Así hubiera evitado todo esto… o hubiera pensado algo mejor. ¡Ahora nuestros padres sospechan algo! -le objeté al cabo.
    En ese momento, Jacob ya estaba a mi lado, y lo sentía por su caluroso entorno, y aparte de que envolvía sus manos en mi cintura.
    - ¿¡Qué podía hacer!? Si cuando te escuché, ya se estaban besuqueando. No podía interrumpir tal acto de amor que se muestran. A menos de que…
    - ¿Qué quieres que haga? -le susurré con odio en mi voz y ojos.
    Cristina sabía bien lo que quería. Y ella era una de esas personas que se aprovechan en los momentos más desesperados de las personas. No estaba segura de lo que me iba a decir, pero sabía que no era nada lindo.
    -  Quiero que hagas mis labores domesticas de casa -comenzó a decir-, que laves, planches, barras, seques y hagas todo lo que me manden a  hacer. Quiero que me cubras tal cual lo estoy haciendo contigo. En cada caso, me da lo mismo en qué situación esté, siempre me vas a cubrir, ¿entendido? -dijo rápida y moduladamente esas últimas palabras-. Ahora, váyanse hacia una parte romántica. No me perdonaría si mi hermana recupera la memoria, y no lo aprovecha.
    Dio una de esas sonrisas típicas de ella, y se fue hacia el primer piso. 
    Me volteé para ver a Jacob, el cual ya no estaba detrás de mí.
    - ¿Vas a venir o no? -preguntó Jacob, el cual ya estaba saliendo por la ventana.  
    Me extendió su mano desde mi ventana que da hacia el techo, y corriendo hacia él, le tomé la mano con fuerza y, con toda la fuerza de Jacob mismo, me jaló hacia afuera, en donde quedamos los dos en mi techo, viendo como la tarde se estaba ya haciendo noche. 
    Me aproxime a él, rodeando su cintura con mis manos, mientras que él me daba pequeños besos en la frente. Todo era perfecto en ese momento. Hasta ese momento.
    Jacob se quedó tieso, sin mover ningún músculo, susurrando palabras que no alcanzaba a decifrar, hasta que hubo un momento en donde se fue de mi lado para ir hacia la gran ciudad de Los Ángeles. 
    -¡Jacob! -grité con fuerza, viendo como desaparecía entre los automóviles de la calle.
    Traté de hacer lo mismo que Jacob: saltar de mi techo. Pero la altura me estaba matando, ya que eran más de cinco metros. Me adentré a toda velocidad hacia mi habitación. Corrí lo más que pude, ya que no quería perder a Jacob otra vez. 
    Cuando ya estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta principal, alguien me detuvo.
    -¡Hija! ¿A dónde vas con tanta ansiedad? -me preguntó mi madre, la que estaba haciendo la cena. 
    Todos estaban en la sala: mi madre estaba esperando a que coza la comida; mi padre leyendo el periódico; y mi hermana poniendo la mesa para comer. Todos estaban con los ojos pendientes en mí. 
    Me quedé quieta, mirando a todos con los ojos abiertos, en busca en mi cerebro de una excusa que sea parcialmente convincente para mis familia. 
    -Emm… Cristina sabe lo que voy a hacer… ¡Pregúntenle a ella! 
    Y salí corriendo de la casa. Sabía que mi hermana no me ayudaría mucho, pero haría que las cosas se calmen por un momento. 
    No tuve mucho tiempo de pensar, por lo que me fui hacia la parte más obvio donde estaría Jacob: Un parque cualquiera. Cual sea la emergencia, Jacob no se atrevería a estar en público. 

***

    Lo busqué por más de dos horas, y no tuve ni una pizca de pista de él. Decidí finalmente irme hacia mi casa, cuando ya estaba a punto de entrar en el patio delantero, cuando de la nada, escucho un grito detrás de mí. Pero la modulación, hizo que el grito no se entendiera nada de lo que decía. Me di vuelta, y alcancé a ver una imagen, que volvió a gritar lo mismo, pero ahora me quedé paralizada al ver a esta persona.
    -¡¿Edward?! -grité.
    Me miró con sus ojos de color rojo  intenso, y en cuanto oyó mi grito, se fue corriendo en dirección al parque más cercano. 
    -¡Espérame! 
    Dije mientras comencé a correr detrás de él. 
    Ahora lo pensaba mucho mejor, y empezaba a pensar lo que de verdad estaba pasando. “¿Qué hacía Edward, aquí mismo, en Los Ángeles?” “A lo mejor vino a verme… o sabía que Jacob estaba aquí”. 
    Un estremecimiento se hizo presente mientras corría a toda velocidad, detrás de Edward, al cual ya estaba a punto de perder de vista. Puse toda mi energía para poder alcanzarlo, pero la velocidad de Edward era impresionante. Finalmente llegué, pero creí haberme equivocado.  
     El parque de Saint Paul, el que estaba a dos cuadras de mi casa, era el lugar en donde me había guiado Edward. 
     Miré hacia todos lados, cuando me adentré al parque, y al ver que no había nadie, solo algunas personas que se iban, grité con fuerza:
    -¡Edward! ¡Jacob! ¡¿Dónde están?! -grité en medio de la plaza principal. 
    Cuando me callé, el silencio era bastante fuerte, y en cuanto escuché a mi alrededor, había algo muy cerca de mí, que ya sabía un poco de que se trataba. Miré en dirección hacia donde mi instinto me decía que había algo, pero al darme vuelta, nada. 
    - ¡____(TN)!  
    Me volteé lo más rápido que pude, pero al ver lo que sucedía, creí que todo esto era un sueño. Una horrible figura se veía venir hacia a mi- Bueno, debo decir que no era horrible, sino que era hasta podía ser bonita -se trataba de Edward, el cual sus ojos, rojos, estaban encendidos por algo muy parecido al odio y rabia. 
    Venía tan rápido hacia a mi, que mis reacciones no fueron lo bastante rápidas para actuar, sólo estaba ahí, mirándolo. Pero algo pasó.
    Sentí una fuerza de gran magnitud que me sacó de en frente de Edward, ya que después de un abrir y cerrar de ojos, estaba viendo como Edward se pasaba de largo hacia en donde yo estaba antes.
    Miré para atrás, pero lo que me había salvado ya estaba adelante de mí. Jacob se trasladó hacia adelante de mí, como signo de protección, mientras que me decía entre susurros:
    -¿Qué estás haciendo aquí? 
    -Estaba preocupada por ti. 
    Jacob se quedó quieto y paralizado, pero al ver como estaba Edward, cualquiera hubiera adoptado esa postura, o peor, hubiera creído yo. Los dos se quedaron mirando por bastante tiempo, mientras que trataba de ver algo, Jacob tomó de nuevo, una postura relajada y hasta parecía que quería dar algo de tranquilidad y simpatía en sus palabras.
    -Edward, dejemos que esto quede hasta aquí. Si quieres podemos hablar en otro momento, y dejamos que _____(TN) se vaya, y…
    -Jacob, esto no te lo perdonaré nunca en la vida… ¡Dejemos que esto se resuelva ahora!
    Edward se abalanzó de un milisegundo a otro hacia donde estaba Jacob, pero este me tomó en brazos en menos de un segundo de haber actuado, y me llevó hacia un lado, me dejó en una esquina, y dijo con precaución:
    -Por favor chupasangre, sólo fue un malentendido…
    -¡Malentendido! -gritó Edward, y acto seguido, se abalanzó nuevamente hacia Jacob.
    Los dos estaban en esas peleas en donde no se ve quien golpea a quien, o donde no se ve quien es el que va perdiendo, pero lo que se alcanzaba a ver, era cuando Jacobs se había transformado en Lobo, y había tirado lejos a Edward. El vampiro se levantó rápidamente, y se fue de nuevo hacia donde el lobo.
    -No digas nada, perro, sabes que esto no fue un malentendido. ¡Con todo lo que hiciste tu y tu manada de cachorros, nada volverá a ser lo mismo! ¡¡Menos para tu y Bella!!
    De nuevo fue la escena anterior, en donde los dos peleaban con grandes golpes, y sin ver quien era el que perdía o ganaba. Y de pronto se vio bastante claro. Edward estaba golpeándolo cada vez más y más, hasta que hubo un momento en que Jacob salió disparado hacia mi, casi me cae encima, pero antes de que cayera en mí, Jacob ya se había puesto de pie. 
    -¡Déjense! ¡No peleen más, por favor! -grité, con algunas lágrimas en los ojos a ver como estaba de herido Jacob.
    Me fui corriendo hacia a él, y con unos cuantos golpecitos en su hocico, me puse delante de él para esperar a que dijera o hiciera algo Jacob.
    -No sabes lo que ha hecho. ¡No tienes idea de lo que es capaz! -gritó Edward, acercándose cada vez más.
    Me daba miedo la expresión, esta vez, del rostro de Edward, parecía que en cualquier momento fuera posible que sus ataques fueran a ser directos hacia a mí. Se acercó de poco a poco hacia a mi, y cuando estuvo a unos 10 centímetros, me tomó un brazo, y me dejo a un lado, para poder estar frente a frente con Jacob. 
    -Dejemos esto para mañana. A esta hora, aquí. 
    De la nada, desapareció y quedamos los dos. Yo con un lobo que estaba acurrucado a mi lado con unas cuantas heridas en su cuello. Se paró de manera sigilosa y se fue hacia detrás de unos cuantos árboles, y dentro de unos cinco segundos volvió cojeando el pie izquierdo.
    -Wow, esta vez si me salvaste -dijo mientras se iba hacia la salida del parque.
Pero antes de que se vaya, le tiré del brazo, y lo quedé mirando con ojos de descontento.
    -Dime -le dije, pero no parecía tener intensiones de decirme nada, se notaba en su rostro de picardía -Se suponía que a esta hora, estariamos aprovechando nuestro tiempo juntos. No es que es vivas muy lejos para decir: “Da lo mismo, podremos hablar otro día”… ¿ Me vas a contar lo que pasó? 
    Jacob se mantuvo callado, y ahora parecía estar mucho más serio que antes. Enarcó las cejas y las volvió a su posición original. 
    -Escúchame, porque esto… no es algo fácil.
 
Advertencia :)  
  ADVERTENCIA:
cualquier hisotria publicada
aqui es escrita por mi y nadie mas
que yo.
NO COPIEN O SINO LA PAGINA
SERA CERRADA.
Gracias por su atencion y disfrute
:)
 
Hoy habia 1 visitantes (8 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis