|
|
 |
|
Capitulo III |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Capitulo 3: Muy cerca mío
Sigues narrando tu
Tomé la taza de café con fuerza, esperando a que dijera algo que rompiera el silencio. Pero al parecer no quería decir nada. ¡Esperaba que mis padres estuvieran aquí para que él chico no tuviera que haber pasado! Me sentía incomodísima, viendo como al chico hermoso, con los ojos hermoso y el cabello brilloso, tomaba algo de agua.
- Así que… Edward, ¿cierto?- le pregunté, para poder romper el silencia incomodo que había entre nosotros.
- Si.
No sabia que mas decirle, era demasiado perfecto para poder hablarle de manera clara, creo que es la primera vez que sentía algo así por alguien.
Edward me miró con ojos divertidos, con algo de seriedad. Se rió por lo bajo, mientras yo tomaba mi café con calma.
- ¿No te han dicho como perdiste tu memoria?- me preguntó con calma, mientras observaba como reaccionaba a la pregunta que había hecho.
Pero era verdad. No tenia idea del como la había perdido, y mi madre siempre me decía que era complicado y cosas así.
- No te han dicho, ahora comprendo.
Me quedé helada. No le había dicho nada, pero a lo mejor fue por la forma de cómo hice las facciones de mi rostro. Tampoco, ahora que me dí cuenta, ni siquiera había movido mi rostro, ya que había pasado por lo menos dos segundos.
- Mm… ¿Cómo sabes que no me han dicho nada?- le pregunté confusa.
Se quedó mirándome fijamente, mientras yo esperaba una respuesta de parte de él.
- Bueno… tengo que irme.
Se paró rápidamente de la silla, y se fue rápidamente hacia la puerta.
- Espera- le dije, mientras los tomaba del brazo.
Quedé como un segundo con mi mano en su brazo. Su brazo era de una contextura delgada, pero lo que mas me llamó la atención, fue lo diferente que era. Tenia como complejo de roca, se sentía fría a través de la ropa y muy dura.
- No te vayas, quiero preguntarte algo- le susurré, mientras sacaba mi mano de su brazo-. ¿Cómo es que supiste lo que…?
- Lo supuse, solo eso- me dijo cortante.
Nos miramos por unos cuantos segundos. Me quedé como una babosa mirando como sus hermosos ojos se posaban en los míos, pensando solo en lo maravilloso que era sentir esa sensación.
- En serio, ya me tengo que ir.
Nos miramos por otro segundo mas, esperando que alguien de los dos haga algo. No quise que ese momento se acabara, pero Edward se fue de mi lado y camino derecho hacia la puerta de la entrada.
- ¿Cuándo nos vamos a ver de nuevo?- le pregunté.
Estaba algo roja, cuando Edward se volteó a verme, con los ojos llenos de esperanza que no querían reflejarse. Lo pensó un momento antes de contestar, pero finalmente me dijo:
- Mañana, yo creo- susurró-. Voy a venir como a las tres.
Puso la mano en la manilla de la puerta, pero no la abrió, ya que por la puerta, al mismo tiempo que Edward iba a salir, entró Jacob.
- ¿Qué haces aquí? ¿Es una reunión familiar acaso?- preguntó indignado, Jacob.
No podía ser. ¿Cómo es que Jacob justo llega en estos momentos? Que bueno que no llego antes cuando estaba con Edward hablando… Bueno, lo que alcance hablar con él.
- Jacob, solo vine a dejar a ___(TN), ella estaba sola en la playa de “La Push” y en cuanto la vi…
- Oh, si claro. Ya sabia donde estaba. ¿Por qué mejor no te metes en tus asuntos y dejas de …?
- ¡Jacob! Adiós, Edward.
Edward se fue discreto hacia la puerta, con la mirada fija en mi, pero en cuanto cerró la puerta de entrada, ya había empezado a extrañarlo.
- ¿Cuál es la idea de hacer esto?- me preguntó con indignación, Jacob.
Solo me di la vuelta y fui hacia la cocina a lavar las tazas y los vasos, que habíamos usado. Supe que me estaba siguiendo, ya que cuando estaba lavándolos, sentía su … desagradable presencia atrás mío.
- ¿Me vas a decir porque él estaba aquí?- me preguntó finalmente, cuando ya había terminado.
Lo miré a los ojos por solo un segundo, con toda la ira que sentía hacia a él. No quise decirle nada, solo estaba harta de que se meta en mi vida.
- Jacob, ¿quieres hacer el favor de irte de mi casa? No quiero que mis padres te vean, y menos a estas horas de la noche. ¡Ya van a ser las nueve!
Le hice un gesto para que se vaya de la casa, pero no hubo caso, ni siquiera me miró, solo siguió con los ojos cerrados esperando a alguna respuesta mía.
No lo esperé. Puse los ojos en blanco y me dirigí hacia mi habitación. Jacob se volvió hacia mi, de manera muy rápida, me tomó de un brazo muy fuerte y me miró a los ojos, que demostraban una sensación llena de odio, mezclado con algo peor que ira.
- ¡Jacob, suéltame!- le grité.
Traté de quitarme su brazo, pero la fuerza que él aplicaba en mi, era tan grande, que estaba a punto de llorar de dolor. Algunas lagrimas se asomaron por mis ojos, pero en cuanto Jacob las vió, se apartó de mi.
Me sobé el brazo por el dolor que sentía, mientras que Jacob solo me miraba. Nos quedamos viéndonos a los ojos en busca de una respuesta a esto, pero no paso nada. Jacob se acercó a mi de golpe y me abrazó fuerte con sus brazos, y con calor intenso que irradiaba su cuerpo.
No pude apartarme de él, pero ya no sentía la rabia que estaba en mi, sino que ahora sentía pena. El tan solo pensar, que tu novio o novia se olvide de lo que siente por ti y de todo lo que pasaron… Seria muy espantoso, peor que esa persona se haya desenamorado de ti. La única solución que me daba, era corresponder al abrazo. Sentía su voz, mientras lamentaba por lo bajo y su corazón que latía con fuerza.
Sus manos lentamente se fueron deslizando hacia mi cara, hasta dejar ambas a ambos lados de mi rostro.
- Solo quiero que sea todo como era antes- me susurró.
Se acercó lentamente a mi, cerrando poco a poco los ojos. No sabia que hacer. Solo quería zafarme de ahí, y no sentirme del modo incomodo que me sentía. No reaccioné para realizar una acción definida, solo me quedé quieta, esperando a que pasara cualquier cosa, solo esperaba que terminara rápido. Cerré los ojos por un momento, esperando a que me diera ese beso tan inesperado, pero esperé mas de diez segundos sin sentir nada. De pronto, abrí mis ojos de golpe y vi que Jacob solo me estaba mirando fijamente.
Sin entender lo que estaba pasando, lo miré con un signo de interrogación en mi mirada, que al parecer, comprendió.
- No voy a hacer nada que no quieras que haga.
Di un suspiro de alivio, pero no muy notorio para que no se sienta mal. Le sonreí con algo de timidez, pero en vez de contestarme, se fue directo hacia la puerta principal de mi casa. Se despidió con una leve seña y se fue hacia afuera de mi casa.
Justo en ese momento, entraron mis padres.
***
Pasaron unos cinco días después de la ultima vez que vi a Jacob y a Edward. Se podía decir que estaba desesperada.
En unos cinco días mas, iba a entrar nuevamente al colegio, ya que las vacaciones de verano ya estaban en sus últimos días. Estaba preparándome para poder contarles a todos mis “amigos”, que me había golpeado la cabeza y había perdido la memoria. Horrible, eso pienso de esto.
Estaba afuera de mi casa, con mi perro (no me acordaba que tenia perro), sola, esperando a que mi mamá trajera las cosas del supermercado para poder hacer el almuerzo para el día de hoy.
- ¡Ven!- le grité a mi perro, que había saltado la reja que marcaban los limites de mi casa.
Me paré en seguida del césped y fue rápidamente detrás de mi perro, para que después no me retaran por perderlo. Abrí el portón de mi casa y fue por la calle que llevaba al bosque, para ir a donde se dirigía mi perro.
De un segundo a otro, ya no observaba mi perro. De hecho, lo había perdido absolutamente de vista, pero lo que había alcanzado a ver, era que mi perro se adentraba en ese bosque tan extenso.
Un escalofrío se extendió en mi cuerpo, causando que una sensación de miedo y algo de inseguridad, se hiciera presente en mis facciones.
Quedé pensando en mucho rato si iba hacia el bosque para buscarlo, pero algo en mi, me decía que había pasado y a mi. Estaba completamente paralizada.
No lo dude mas, solo me di la media vuelta y me fui hacia mi casa. De todos modos, le podía decir a mi madre o a mi padre, una escusa de mayor fuerza para que no me reprendieran.
Cuando ya estaba a punto de entrar en el jardín de mi casa, algo me tomó del brazo, con una dureza nunca antes sentida. Cuando volteé a ver de que se trataba, un suspiro de satisfacción estaba presente en todo mi ser.
- ¡Vaya! ¿Qué haces aquí?- le pregunté con un aire ilusionado.
Solo se dedico a darme una pequeña sonrisa, que arrebataba el aire. Me pasó con sus delicadas manos, la correa, la cual sostenía a mi perro.
- ¡Muchas gracias! ¿Dónde lo viste? Yo no lo pude encontrar.
- Solo estaba aquí… Muy cerca de ti- me susurró Edward, con los ojos fijos en los míos.
SI! ahora no me demoré tanto 
eso si, que es corto y no lo niego... pro bueno
no creo que me demoré mas que esto 
MUCHAS GRACIAS POR LEER !!
Cata*
|
|
|
|
|
|
|
 |
|
Advertencia :) |
|
|
|
|
|
|
ADVERTENCIA:
cualquier hisotria publicada
aqui es escrita por mi y nadie mas
que yo.
NO COPIEN O SINO LA PAGINA
SERA CERRADA.
Gracias por su atencion y disfrute
:) |
|
|
|
Hoy habia 1 visitantes (37 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página! |