Tu y Jacob Black
 
  Novela de tu y Jacob
  Segunda temporada de tu y Jacob
  => Capitulo I
  => Capitulo II
  => Capitulo III
  => Capitulo IV
  => Capitulo V
  => Capitulo VI
  => Capitulo VII
  => Capitulo VIII
  => Capitulo IX
  => Capitulo X
  => Capitulo XI
  => Capitulo XII
  => Capítulo XIII
  => Capitulo XIV
  Nove con Kevin Jonas
  Contacto
  Galeria
  tu eres la protagonista
Capitulo IX
 Capitulo 9: ¿Estaba aquí?



   Días enteros con calor y con una nueva vida. Era casi algo muy distinto a mi vida, aunque ya estaba mas bien acostumbrada a irme de lugar en lugar. 
   Había pasado toda una semana, y ya estaba resignada a una vida sin Jacob, la idea de irse casi todo un año fuera del país, simplemente me volvía loca, de verdad me volvía loca. 
   Mi mamá y papá estaban mas felices que otras veces. Parecía que era el hecho de poder estar siempre con mi hermana y controlarla mas que antes, que no se podía por la distancia. 
   Estaba en el instituto teniendo clase de historia, algo que ya había visto en mi instituto anterior en Forks. Por lo que estaba casi, o literalmente dormida en esa clase, escuchando algo de música en mi mp4. Cuando me llega un mensaje en mi celular. Lo miré con poca curiosidad, causada por el sueño que sentía. Era de un celular desconocido, el cual decía:
    “Pronto nos veremos”

    Genial. Ahora un sicópata tenía mi celular. 
    Lo dejé aparte, como si de verdad no me importara, por lo que seguí durmiendo, esperando a que pase rápido esta clase.
    -Señorita ____(TN), ¿sabe cuál era la razón del que el feudalismo se creara? -me preguntó el profesor.
     De inmediato levanté mi cabeza, con algo de extrañeza y con mucha confusión, efecto del sueño. Me limité a mover la cabeza de arriba hacia abajo, para responder. Comencé a buscar en mi antiguo cuaderno, para buscar la respuesta. 
     -¿Así que escuchando música cuando explico a la clase? -me preguntó el profesor, mientras la clase callaba.
     Me dí vuelta hacia el profesor, con todos mis cuadernos en la mano, para poder responderle. Pero lo que no sabía, era la cercanía a la que estaba él, por lo que cuando me volví hacia él, todos mis cuadernos chocaron con su gran panza, que sobresalía de toda su vestimenta, haciendo que todos los cuadernos caigan encima de su pie. Y debo decir que habían algunos cuadernos muy pesados, que a lo mejor hicieron que a éste le duela.
     Toda la clase rompió el silencio incomodo, con algo peor. Sus risas. 
Sentía como todo el rubor de mis mejillas se iba expandiendo en mis facciones, cuando el profesor gritaba del dolor.
     -¡Señorita, quiero que vaya a la sala del director y que llame a su padre, para que venga a justificar su actitud! -ordenó, sacándose todos los cuadernos de encima de sus pies.
     Le obedecí de inmediato, mientras el resto de la clase reía. 
Salí con todas mis mejillas rojas, mirando a todos lados. No tuve el valor para ir donde el director, por lo que me fui hacia mi auto, bueno el de mi padre, para irme a mi casa. No me importaba mucho que todas mis cosas estuvieran en la clase, más me importaba salir de ahí. 
    Llegué a mi casa con un alivio interior. Ahora era definitivo: mi vida era un desastre total. ¿Y cuál es la razón? Jacob no está aquí conmigo. 
A lo mejor no era todo, pero era la mayoría, ya que si él estuviera aquí conmigo, esto no tendría la mayor importancia. 
    Entré en mi casa murmurando por lo bajo, y cuando recién cerré la puerta, añadí en voz alta:
    -¡Todo esto por no tener a… ! -dije, sin alcanzar a terminar la frase-. A Jacob -añadí finalmente, con la voz queda.
Me senté en el sillón mas grande y me acosté en él, llorando otra vez. No sabía si de verdad era si lo extrañaba, o simplemente era necesidad.    Algo que completaba mi vida. Nunca había sentido eso, ni siquiera cuando me fui a Forks sin ver a Roy. Eso no se compara nada con lo que sentía.
     Estuve así mucho rato, hasta que dieron las ocho. Me paré del sillón, ya que mi familia pronto llegaría. Subí las escaleras con algo de desgana, hasta que llegué a mi habitación.
     Estaba toda oscura, por causa de no prender las luces. 
Las iba a prender, cuando algo pasó. Las luces se prendieron solas. Miré el interruptor con curiosidad, cuando vi a una mano de color algo peculiar. Y debo decir que muy peculiar y familiar. 
     No entendí. La toqué para ver si era real, y lo era. El calor lo conocía, al igual que la sensación que me daba al tocarla. No me despegué de su mano, no la solté, estuve así mucho rato. Después decidí que debía mirar hacia esa persona. Respiré hondo, y lo miré.
     - No sabía donde vivías, por eso me demoré tanto -me susurró, cuando parpadeé por primera vez.  
     Estaba decidiendo si abrazarlo o besarlo. Me abalancé sobre él, y le dí un cariñoso abrazo, con ambos brazos alrededor de él, mientras que él también me correspondía. 
     -¿Por qué demoraste tanto? -le repetí. 
Parecía tan feliz, que no me dijo nada. Escuché como su respiración sonaba ruidosamente en mi oído pegado en su pecho. Ahora si que era oficial: No había soñado, inventado, imaginado nada de lo que había pasado. ¡Todo era real! Cada cosa que pasó, cada cosa que nos pasó. Pero aún así, nada era falso. Cada beso que nos dimos fue de verdad. 
     -Perdón -le dije finalmente, después de que nuestro abrazo finalizara, y quedáramos con los ojos alineados. 
     -No te disculpes… Sé, más o menos, lo que pasó. Pero no fue tu culpa. Ahora estoy feliz de que me quieres a mi y no a ese chupasangre.
Nos sonreímos, hasta que decidí algo de lo que tenía ganas desde el mismo momento en que recordé todo. Y eso era besarlo.
      Tomé su cara, su hermosa cara, entre mis manos y la acerqué lentamente hacia donde estaba mi cara. Quedamos a pocos centímetros, más bien a uno, pero antes de nuestro beso triunfal, Jacob añadió:
     -No sabes cuanto tiempo esperé esto.
Y finalmente, nuestros labios chocaron, casi de manera instantánea, pero fue casi estar en las nubes en lo alto del cielo. Ver todo, sentir todo. Eso era casi un reflejo de lo que sentía. Eran tan suave y dulces sus labios, que me daba la impresión de que pronto se fueran a acabar. 
Sus manos, en mi cintura, me daban esa protección que necesitaba. Que me hacía sentir casi completa. De verdad era completa ahora.


***


    - Entonces… ¿Ahora si me recuerdas de verdad? -dijo con una risa entremedio.
    No le encontré mucha gracia, por lo que le pegué con algo de rabia y risa, y seguido, nos miramos. 
Miré el reloj, y hace exactamente una hora que Jacob había llegado a mi habitación. 
    -Aun no lo entiendo, ¿por qué te fuiste hacia Canadá?
    Le dije con los ojos mirando hacia abajo, con mucha firmeza y seriedad en mi voz, quería saber de verdad en que estaba metido. 
    En cuanto hice mi pregunta, los ojos de Jacob de desconcertaron al mil por ciento. Agachó la mirada, pero enseguida me miró.
    -Emm… La verdad… Esto va a sonar feo, pero… íbamos a combatir a los vampiros de allá del norte. Estaban expandiéndose cada vez más… Y ahora que la zona está libre de vampiros que…  
     En ese momento, sentí como mis padres entraban en la casa, gritando  mi nombre por todos lados. 
     Empujé a Jacob hacia el armario con mis dos manos, mientras contestaba:
     - ¡Aquí estoy mamá! -grité.
     Y entonces en ese momento, escuché como los dos iban hacia donde estaba yo, en mi habitación.
     Miré a Jacob con mucha desesperación, ya que si mis padres lo veían a él, lo iban a echar a patadas de mi casa. Porque todas las cosas que dije de él, no era lo mejor que se puede decir. Aparte que ellos sabían que Jacob me estaba molestando mucho.
     - Aquí me voy a esconder -me susurró Jacob, mientras se iba hacia mi armario. 
     Corrí tras él, y le cerré la puerta de mi armario. Justo en ese momento, mi padre apareció en mi habitación con algo de sospecha en sus ojos, seguido por mi madre, que representaba algo peor que mi padre. 
     Los miré de manera casi inocente y me fui hacia su lado para poder darles un beso de saludo. 
     - Hija, ¿qué estás haciendo aquí sola? Pensaba que estabas cocinando algo para tu hermana y para ti?
     - ¿Mi hermana? ¿E-e-está aquí? 
     Mis padres se miraron como si fuera con desconcierto, y con algo de burla hacia a mi. Se rieron un poco juntos, y al cabo de poco tiempo, mi hermana se apareció de donde estaban mis padres.
     Mi corazón dio un vuelco al ver a mi hermana, ya que si ella estaba aquí, eso quería decir que ella había escuchado a Jacob y si había escuchado a Jacob, se lo iba a decir a mis padres… Lo cual significaba que estaba perdida. 





Gracias por leer! Y perdón la demoraa  
Advertencia :)  
  ADVERTENCIA:
cualquier hisotria publicada
aqui es escrita por mi y nadie mas
que yo.
NO COPIEN O SINO LA PAGINA
SERA CERRADA.
Gracias por su atencion y disfrute
:)
 
Hoy habia 1 visitantes (42 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis